sábado, 12 de marzo de 2011

Los gamberros de las iglesias, de progres nada, sólo niñatos inmaduros

 
Leo con estupefacción que en la Universidad Complutense, como ya había pasado hace algunos meses en una Facultad de Barcelona, se ha profanado la iglesia con pintadas y desnudos.

Intento reflexionar el por qué alguien puede hacer esto. En principio doy por hecho que estos gamberros no creen en Dios pero luego me pregunto el por qué les molesta tanto que alguien sí crea. Y por qué centran sus gamberradas en una iglesia. Si son tan progres como para no creer en Dios ¿por qué no son también avanzados como para respetar a los demás? Si sólo son unos inmaduros, pues cualquier otro sitio también sirve para hacer el payaso.

En realidad son, eso, simplemente gamberros que quieren llamar la atención. Buscan 'el más difícil todavía', la gamberrada más grande para luego hacer unas risas cuando lean en el periódico la repulsión que traen sus actos. ¿Pero, por qué? Y sobre todo ¿Por qué le dan tanta importancia al lugar de culto?

Quizá se crean más modernos que los demás pero en el fondo no se dan cuenta de que su mentalidad está anclada en el pasado, en un pasado en el que respetar las creencias de los demás era una gran quimera.