Si me pierdo, me encontraréis en...

1.-Nueva York

En Nueva York me siento como en casa. No sé porqué. Sus grandes avenidas, sus edificios interminables, sus calles sombrías, sus vistosos parques... son como parte de mí. Quizá en mi otra vida, pasé allí mi infancia porque me llegan a la memoria aromas entrañables cuando paseo por Time Square o Central Park, o me paro delante del Flat Iron, en el cruce de la Quinta con Broadway y la calle 23.

Me encanta su bullicio, lo barato que se puede comprar todo tipo de ropa... Allí nada me da pereza. Me calzo mis deportivas y a patear la Gran Manzana, una calle tras otra, un museo tras otro... la Estatua de la Libertad, desde lejos, desde Battery Park, y el puente de Brooklyn desde el Manhattan Bridge. El Empire, desde abajo.

Nunca dejaré de ir y siempre lo haré de improviso, sin premeditación y con alevosía... Me gusta, me llena de vida.

2,- Santo Estevo

El Parador de Santo Estevo es uno de los lugares más bonito que he visto en los últimos tiempos y que invita al descanso y la reflexión. Este antiguo monasterio se erige majestuoso en un paraje increíble rodeado de naturaleza y con el Sil como testigo. No me canso de admirar la mezcla arquitectónica de sus tres claustros.