miércoles, 17 de enero de 2024

Escapada: De Sos del Rey Católico al Monasterio de Piedra

Estupenda escapada la que hemos hecho mi familia y yo este fin de semana. Primera parada, Sos del Rey Católico, un precioso lugar en la comarca de las Cinco Villas a 120 km al noreste de Zaragoza.

Se trata de un enclave medieval de gran encanto con un casco histórico que fue nombrado Conjunto Histórico Artístico y Bien de Interés Cultural en 1968.




El pueblo se recorre a pie porque los coches no caben por sus angostas calles y merece la pena hacerlo para saborear cada una de sus callejas, sus murallas, iglesias, la Plaza de la Villa o el Palacio de la Sada, donde nació Fernando el Católico en 1452 después de que su madre, Juana Enríquez, cabalgara 30 km desde Sádaba para el alumbramiento. O al menos eso es lo que dice la leyenda.

En 2016, Sos fue nombrado uno de los pueblos más bonitos de España y, sin duda, lo es. Para sacarle todo el partido puedes hospedarte en el Parador, en la misma entrada del pueblo aunque también tienes establecimientos más económicos donde alojarte.


Una vez disfrutado de la magia de esta bella localidad zaragozana, es visita obligada al Monasterio de San Juan de la Peña, situado en Santa Cruz de la Serós, al suroeste de Jaca y a unos 80 km de Sos.

Un convento construido debajo de una gran mole montañosa que pone los pelos de punta. El Monasterio está bastante derruido pero merece la pena. En temporada baja se puede subir en coche hasta el mismo pie del recinto. En verano hay que dejar el vehículo más arriba y acercarse en un autobús que se ha habilitado para ello.

Se puede ver el Monasterio en poco más de media hora y luego comer en Santa Cruz de la Serós, al pie de la montaña, un pueblecito tan bonito como tranquilo donde se pueden visitar dos vistosas iglesias.


Para completar la jornada nos acercamos a Jaca, a unos 20 minutos del Monasterio, para admirar su impresionante Catedral y donde nos sorprendió el bonito foso de su fortaleza en la que vive un llamativo rebaño de ciervos.

A la vuelta por la N240 hacia Sos, donde ubicamos nuestro cuartel general, nos esperaba un llamativo camino, ribeteado por el río Aragón y el embalse de Yesa, con los Pirineos de fondo. Un enclave de gran belleza que hicieron muy agradables los casi 100 km que nos separaban de nuestro alojamiento
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Una excursión más cercana a Sos es la que te lleva al Castillo de Javier, a poco más de media hora pero ya en Navarra. Antes de llegar, si vas por la A127 puedes pararte a dar un paseo por Sangüesa, una bella localidad a 7 km del Castillo y a 45 km de Pamplona, con reminiscencias romanas y medievales. Y un puente que llamará tu atención.

El Castillo de Javier, cuna de San Francisco Javier, patrón de Navarra, es una fortificación que se erige en una amplia explanada y que está rodeada de vegetación. El castillo consta de tres cuerpos y en el interior se puede ver una interesante exposición de pinturas y murales. Data del siglo XI aunque se fue ampliando durante los siglos posteriores. Un enclave muy atractivo para pasar una bonita mañana o tarde soleada, con lugares donde comer y descansar en el mismo entorno
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El último día de nuestra escapada y ya de regreso a Madrid, por la autovía de Zaragoza, a unos 200 km de Sos hicimos una parada en el Monasterio de Piedra. La verdad que la visita merece la pena pese a que el Monasterio Cisterciense en sí está derruido y saqueado. Ahora es un recinto privado y en el se conserva poca cosa, un claustro llamativo y poco más. Aunque entre sus maltrechas paredes hay un interesante museo del vino, donde se puede conocer los caldos de la zona.
Lo que desde luego no te puedes perder son los impresionantes jardines del Monasterio. Un regalo de la naturaleza que con sus llamativas cascadas, paseos y cuevas conforman un gran espectáculo, y que si no estás en buena forma puede llevarte todo un día verlo.

En sus alrededores hay sitios para dormir y comer, para aquellos que quieran recrearse en el esplendor de este rincón de la naturaleza
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