miércoles, 22 de marzo de 2017

Obituarios canallas

El otro día me cuentan que empieza a ponerse de moda los obituarios 'canallas'. Es decir, las reseñas de alguien que ha muerto resaltando su lado más oscuro en vez de alabar las bonanzas de su vida, como se hacía hasta ahora. Quien me cuenta esto, me dice que lo ha visto en varios medios de Estados Unidos, con personajes públicos o famosos que han muerto recientemente.

Yo me paro a pensar en esto y empiezo a estar cada vez más segura de que este mundo está huyendo de sí mismo. Y lo digo por esto de los obituarios canallas pero también por esas películas en las que lo mejor es que unos se comen a otros o esos libros que han perdido la literatura en favor de historias de crímenes a destajo.

En esta misma línea se encuentran los medios de comunicación, con esa infoxicación diaria que nos muestran sus páginas web con cientos de noticias en portada de las que solo un 10 % tienen algo que contar. El resto, titulares de este corte: '¿por qué tu gato ve la tele cuando tú no estás?', 'Has estado friendo mal los huevos y lo sabes', y tonterías por el estilo que al que tenga un poco de cordura debería hacerle vomitar, en el sentido más figurado de la palabra, claro, porque que hayas estado friendo mal los huevos y lo sepas (que ya es mucho suponer porque no creo que el firmante del artículo sea adivino) sea para vomitar literalmente.

En fin, no voy a descubrir aquí que todo esto es solo un reflejo de la sociedad que vivimos. Esa que va tan deprisa hacia ninguna parte, sin pararse a pensar que hay cosas más importante que ganar dinero. Cosas como la honestidad, el respecto... En fin, 'chorradillas' para algunos, pero que a la gran mayoría podrían hacernos muy felices.

Lo dicho, que lo de los obituarios 'canallas' -una palabra muy de moda que es sinónimo de despreciable y que también se aplica a bares, restaurante y demás como si fuera sinónimo de moderno o super 'cool'- solo es una gota más de esa pérdida de rumbo que llevamos los humanos desde hace ya algunos años.