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En mi próxima vida seré Pepe Gotera y Otilio

Un día pedí presupuesto para reformar un cuarto de baño.  Vino la primera empresa a la que llamé: me pidió 4.200 euros por cinco días de trabajo y poniendo yo los materiales.

Pedí, un segundo presupuesto. Esté fue un poco más comedido: 'sólo' 3.300 euros. El tercero que pedí ya desesperada se llevó el trabajo: 1.170 euros.
Eso sí, todos ellos sin IVA. O sea, sin cotizar ni un duro a Hacienda.

Me quedé bloqueada. Cuando salí de mi asombro, llamé a mi amigo Jaime, que es muy de privados, y le pregunté cuando le había costado la operación de colón que se había hecho la primavera pasada. "3.000 euros", me contestó. De ese dinero pagó al médico, al anestesista, las dos noches de hospital, la comida, medicamentos... Después llamé a mi hermana y le pregunté cuánto le cobra su abogado por llevar las cuentas de su empresa. Ya sabéis, libros, facturas, contabilidad... Pues por ello, le cobra 200 euros al mes.

Luego miré las tarifas de una agencia de viajes y por 6 noches y media pensión en un hotel de cinco estrellas en la costa española te pueden cobrar unos 1.700 euros y te tratan a cuerpo de rey.

Si hubiera contratado al primero, al de los 4.200 euros, le hubiera pagado a 105 euros la hora, o sea a 840 euros el día. A años luz de lo que puede cobrar un médico, un abogado o de unas buenísimas vacaciones. 

Un día comentándolo con un amigo, que contó que él pidió presupuesto para pintar dos habitaciones y un pasillo. El pintor que, por cierto era de confianza, le quiso llevar 3.300 euros por tres días de trabajo.

Si lo sé, en vez de estudiar una carrera universitaria que me ha deparado un buen trabajo, no lo niego, pero injustamente pagado, podía haber aprendido fontanería, pintura de brocha gorda, albañilería y haber emulado a Pepe Gotera y Otilio y haberme forrado. Según un primo mío, es que esta gente sólo trabaja en verano y claro, como la hormiga, tiene que guardar para el invierno. Pues yo desde luego en mi próxima vida me apunto.