viernes, 26 de agosto de 2016

Burkini o bikini, vivamos -y bañémonos- en paz

En este debate que se ha abierto sobre el burkini hay algo que se ha olvidado, o al menos yo no he visto que se hable mucho sobre ello: ¿Las mujeres que lo llevan se lo ponen porque quieren o porque las obligan?

Antes de ponernos a prohibir o a alabar vamos a estudiar por qué visten así estas mujeres. Si lo hacen de verdad porque quieren hacerlo, no hay más que hablar. Pero... si es por obligación, igual hay que luchar porque también puedan elegir. Seguramente se dan las dos circunstancias.

Aparte de que no sé si visten así porque quieren, a mí lo único que me preocupa de la vestimenta de las mujeres árabes es que no se les vea la cara. El otro día me crucé en el baño de un Corte Inglés de Madrid con una mujer vestida con un burka, era de tono marrón y parecía de una tela un tanto basta. Esta es la primera vez que he visto a alguien con este tipo de ropa en España y, confieso, me chocó mucho.

Uno de mis primeros pensamientos al verla fue que cuánto calor debería estar pasando esa mujer. Pero confieso que mis prejuicios, o mi instinto de supervivencia, me hicieron desconfiar. Me fui. En la puerta del baño había un hombre, podría ser su marido, vestido con un pantalón común y una camiseta corriente. El siguiente pensamiento que tuve hacia ella fue preguntarme si esa mujer se vestía así porque quería o porque la obligaban.

Yo reconozco que me gusta ver la cara de las personas con las que me cruzo. Y también comprendo que en cuestión de seguridad cierta indumentaria puede resultar cuanto menos inquietante.

Pero, no debería tener tanta importancia que alguien se bañe con la ropa que quiera, vestidos o desnudos, con bikini o bermudas... siempre que respetemos el entorno y a los demás.

Por eso creo que estamos dando demasiada importancia a este tema. Me parece que prohibir el burkini es una barbaridad, no veo en qué puede ofenden ver en la playa bañándose a una mujer completamente vestida, como tampoco me ofende ver los minúsculos bikinis de otras. Vivamos -y bañémonos- en paz.