viernes, 24 de febrero de 2012

Entre rumores de recortes, unos pises y unas cacas

Entre rumor y rumor de bajadas de sueldos, recortes y malos rollos yo en el trabajo no hago más que oír hablar de cacas, pises y vomitonas. Me explico. Resulta que tengo unos compañeros -con O de hombre- que son padres primerizos. Y como antaño hacíamos las mujeres -creo que ya no lo hacemos por falta de tiempo- comentan cada día la 'jugada' de su retoño como si del mejor gol de Cristiano o Messi se tratara. Así, cada mañana me entero de cuántas veces a hecho pipí la niña o cuantas veces ha hecho popo el niño, o si 'le come bien' o si hace pedorretas con el puré... En fin, todo un catálogo que si se le oye comentar a una mujer como mínimo se la acusaría de marujona.



Pero ante estas conversaciones, mis sentimientos están encontrados. Por un lado, me encanta que también los hombres se involucren en la crianza de los bebés, que sepan si sus niños comen o no, si están malitos, si tienen que buscar canguro porque en la guardería no les admiten con esos moquitos... pero por otro, yo que soy madre y nunca en mi vida he aireado los 'haceres' escatológicos de mi hija, me parece un poquito desagradable que los demás nos tengamos que enterar de ciertos aspectos de la evolución de los peques del vecino. O lo mismo esto también es producto de la nueva igualdad de género. ¿¿??


Pero bueno, por si me leen mis compañeros, que esto está dicho sin acritud. Que me alegro mucho de que los hombres también viváis el día a día de vuestros hijos, ser padre -y madre, por supuesto- es lo más grande que nos da la naturaleza. Y, de paso, que hay que fomentar la natalidad que, si no, a ver quienes nos van a pagar las pensiones.