Resulta
que Google, en su afán de ponernos todo en bandeja, acaba de recopilar 150
Constituciones de otros tantos países del mundo para que el internauta pueda
compararlas.
Cuando he
leído la noticia, lo primero que me ha venido a la mente es aquello de
"Busque, compare y si encuentra algo mejor... cómprelo" (os acordáis
de aquel anuncio de hace un montón de años de una marca de detergente). Pues
ahora, con esta nueva facilidad de Google podemos decir aquello de
"busque, compare y si encuentra algo mejor... múdese".
Yo, no es
por meterme con nuestro gran hermano Google (porque además escribo en un blog
gratuito que me facilita este gigante de internet, y quedaría muy feo), pero empiezo
a preguntarme hasta qué punto ya estamos dependiendo del gigante de la red para
casi cualquier cosa que queramos hacer.
No quiero
decir que este mal que todo lo que necesitemos, bueno casi todo, esté en
internet. No, yo con eso estoy encantada. A golpe de click encuentro casi todo
lo que busco. Lo que digo es que ¿por qué sólo Google? Por favor que llegue la
competencia seria para poder elegir por quién nos queremos dejar manejar. Sí,
sí, ya sé que hay otros buscadores pero de momento a mi me parece que están en
pañales.
Sea como
fuere, la verdad es que lo que sí estoy es expectante para ver hasta dónde
puede llegar su capacidad de darnos información y, claro, por supuesto ¿a qué
precio?