domingo, 12 de diciembre de 2010

La fábula del presidente más listo

Durante unos días he mantenido una encuesta en este blog en la que os preguntaba cual es vuestra principal preocupación en estos tiempos. Las opciones eran: el paro, la crisis de valores, que los políticos no estén a la altura o el futuro de los hijos. El 80% de los que votasteis afirmabais que lo más preocupante es la incapacidad de los políticos para gobernar.  
Estos resultados me recuerdan una fábula que leí hace tiempo y que os voy a contar.
En un país remoto todos los miembros del Ejecutivo tenían carrera universitaria, como la tenían también todo aquel que pretendía formar parte del Congreso y del Senado. Entre todos los aspirantes a presidente del Gobierno, que además debía superar los 40 años de edad, llegaba a gobernar el que disponía del más brillante expediente académico. También era imprescindible que dominase al menos dos idiomas además de su lengua materna. A su vez, el presidente del Gobierno elegía su gabinete entre los mejores economistas, abogados, médicos, ingenieros, juristas… para cada uno de los ministerios. Cuando acababa su mandato, el presidente no se retiraba sino que pasaba a formar parte de un consejo de sabios que ayudaba al nuevo presidente a dirigir el país. Y esto mismo también servía para los gobernantes de ayuntamiento y otras comunidades…
Y os preguntaréis y los ciudadanos ¿no votan? Podría deciros que para qué, si tienen los mejores en el Gobierno. Pero, sí, sí que votan, no para elegir a los políticos, como veis, sino para aprobar o rechazar las nuevas leyes (al menos las principales), los presupuestos de cada año… o para decidir algunas cuestiones de política exterior como por ejemplo si se hace o no una guerra o se entra en tal o cual organismo… Y además también se oye su voz, cuando cada cuatro años acude a las urnas para aprobar o suspender la gestión del gobierno.  
¿Políticamente incorrecto? Puede. Pero desde luego si mi humilde encuesta se hubiera hecho en ese remoto país no hubiera ganado la tercera opción, la de que lo que más nos preocupa es la incapacidad de nuestros políticos.