miércoles, 8 de agosto de 2012

Y lo que haríamos con la fortuna de Amancio Ortega ¿qué?

Soy incapaz de pensar qué haría yo con los 37 mil millones de euros que han colocado a Amancio Ortega en la tercera posición del ranking de ricos del mundo. Pero cuando intento hacerme una idea me corre un hormigueo por la espina dorsal y se me ponen todos los pelos de punta y no precisamente de alegría o por saber que con esa fortuna varias generaciones de mi familia no tendrían que preocuparse por nada, al menos por nada material.


Digo que me dan escalofríos porque con esa millonada en el bolsillo me asaltaría una gran responsabilidad que lo mismo no me dejaría dormir. Y me explico, con 5 millones de parados y lo negro que tenemos el futuro la gran mayoría de los españoles, yo no sería capaz de salir a la calle sin antes demostrar que ese dinero, que seguro que se ha ganado con el sudor de su frente, no iba a servir para algo más que pagar yates, coches, mansiones y demás caprichos.

Quizá me paso, porque no sé exactamente en qué invierte Amancio Ortega y seguro que a él le parecerá que no es asunto mío, pero espero que se acuerde de los que más necesitan, que siga creando empresas y puestos de trabajo, por supuesto, pero que monte algún tipo de institución social para los más desfavorecidos o que organice algún tipo de ayuda para tantos y tantos españoles que hacen maravillas para llegar a fin de mes. Y si ya las tiene, que seguro, pues que monta alguna más.
Siempre he pensado que cuanto más dinero se tiene más se quiere y seguir ganando y ganando se convierte en un deporte de alto riesgo que ciega al que lo practica porque le aparta completamente de la realidad.

No hablo de Slim o Gates, los únicos dos hombres más ricos que Ortega, porque en el fondo me parecen de otra galaxia como si, de verdad, estuvieran tan lejos de la realidad como ceros tienen sus cuentas bancarias, pero al ver al empresario español entre ellos me ha dado un 'nosequé'. No porque no se lo merezca, sino porque pensar que en España hay alguien que puede tener tanto dinero como para pagar a todos los proveedores de todos los ayuntamientos y las comunidades autónomas, como para cumplir con el ajuste fiscal… parece de locos.

Desde luego, estar en la tercera plaza de la lista de los más ricos del mundo, le satisfará a Amancio Ortega, pero ¿se imaginan lo que sería ser recordado como el hombre que echó una mano a una España desquebrajada y rota por la ineptitud y malos hábitos de nuestros políticos? Vamos, que lo mismo sería suficiente con los intereses que cada mes le puedan generar. Seguro que varios millones de euros al día, por decir algo.

Hombre, ya sé que él solo no puede, pero seguro que en algún campo sí que lo conseguiría y podría ser uno de los grandes mecenas de este poco agraciado país de principios del siglo XXI. Y a lo mejor cunde el ejemplo y otras fortunas patrias cambian sus ansias de ser los más ricos del cementerios por la de ayudar, en vida, a los que poco tienen.