Me acuerdo que hace años, quizá muchos, en los 80, llegar a
los dos millones de parados era una barbaridad. Pero se rebasó esa barrera.
Unos años después, y tras disfrutar de una década de tranquilidad, la sombra de
los cuatro millones de desempleados amenazaba con romper el estado del
bienestar. Y henos aquí, que ahora, con el estado del bienestar más que roto,
nos hemos plantado en los seis millones. ¿Y ahora qué? ¿A por los 8 millones?
Algunos dicen que esto tiene truco...
...que no son 6 millones
los que están sin trabajo, que la economía sumergida se lleva muchos de ellos,
que hay mucha trampa. Pero nadie se atreve a dar una cifra.
Pongamos,
es un suponer, que haya un millón o, incluso, dos de personas trabajando 'bajo cuerda' (por jeta o por obligación, de las dos formas se da). Pero aun restando todos esos, las cifras de nuestro paro seguirían
siendo terroríficas, le quitemos los millones en negro que queramos. (Desde aquí mi homenaje a los que cada día se buscan la vida para llevar los garbanzos a casa, a los que se reinventan, a los que no han dejado de luchar, a los que aun tienen esperanza...)
¿Cuando volveremos a preocuparnos por no llegar a los dos millones de parados, como en los años 80? Desgraciadamente, creo que mucho. Lo mismo algunos esto ya ni lo vemos.
Un blog para entretener, en el que mato mi adicción a la escritura. Aprovecho y te doy ideas para viajar, para leer, para contemplar... Con apuntes para soñar. También te cuento mis opiniones algo críticas sobre la vida. Escríbeme, me encantará.