Esa idea de que el mundo es un
pañuelo y que todo el mundo está relacionado entre sí a través de otras
personas, data de los años 60 cuando las redes sociales no eran ni proyecto.
En 1967, el psicólogo estadounidense Stanley Milgram ideó un experimento para demostrar esta teoría que fue todo un éxito...
Años más tarde, en 2003, en los albores de la era 2.0, el sociólogo Duncan Watts explicaba en el libro ‘Teoría de los Seis Grados’ que la mayoría de las personas mantienen contacto directo con unas cien personas. Si cada uno de los 100 contactos tiene al mismo tiempo otros 100 contactos, cada persona puede acceder a 10.000 individuos, que serían considerados de segundo nivel, porque no se conocen directamente. En el tercer nivel, llegaríamos a estar conectados con un millón de personas, y así sucesivamente, hasta el sexto nivel, con el que podríamos estar relacionado con cualquier persona del mundo.
Seleccionó al azar a varias personas de una zona concreta de Estados Unidos, para que enviaran tarjetas postales a
un extraño que vivía en Massachusetts a miles de kilómetros de distancia. Los
remitentes debían enviar la carta a una persona que ellos conocieran
directamente y que pensaran que era la que más probabilidades tenía de conocer
al destinatario final. Esta persona debería que hacer lo mismo y así
sucesivamente hasta que el paquete fuera entregado a su destinatario final. La
entrega de cada paquete llevó entre cinco y siete intermediarios. Los
descubrimientos de Milgram fueron publicados en “Psychology Today”.
Años más tarde, en 2003, en los albores de la era 2.0, el sociólogo Duncan Watts explicaba en el libro ‘Teoría de los Seis Grados’ que la mayoría de las personas mantienen contacto directo con unas cien personas. Si cada uno de los 100 contactos tiene al mismo tiempo otros 100 contactos, cada persona puede acceder a 10.000 individuos, que serían considerados de segundo nivel, porque no se conocen directamente. En el tercer nivel, llegaríamos a estar conectados con un millón de personas, y así sucesivamente, hasta el sexto nivel, con el que podríamos estar relacionado con cualquier persona del mundo.
Y aquí es donde yo quería llegar: Si
esto es en el mundo real, ¿qué no será en la era de las redes sociales donde
cada uno de nosotros tiene muchos más de 100 amigos en Facebook o sigue a más
de 100 en twitter?
No hay que ir mucho más allá, y
con consultar las cifras de los redes sociales, por ejemplo, puede ser
suficiente para que nos creamos esta interrelación. A mitad de 2012, Twitter
alcanzaba los 500 millones de usuarios,
mientras que Facebook contabilizaba por esas fechas los mil millones. Teniendo
en cuenta que en el mundo hay 7.000 millones de habitantes…
Piénsalo bien. Por ejemplo, el
mensajero que reparte la correspondencia de una oficina conoce a la secretaria
del Consejero Delegado de esa gran empresa, éste se codea con el gran banquero
de turno que a su vez habla con el presidente del Gobierno quien despacha
asiduamente con el Rey. Conclusión, el mensajero y el Rey está relacionados. ¿A
qué da que pensar?
-Datos extraídos del curso en
Community Management de la Fundación UNED y Wikipedia.