viernes, 28 de octubre de 2011

Qué pereza, comienza la campaña electoral

Comienza la campaña electoral. Y a mí me está entrando una pereza como la que me entra los días previos a la Navidad. Ya están aquí las calles ‘engalanadas’, pero en este caso con las caras de los políticos que exhiben su mejor sonrisa (más falsa que Judas, por cierto) y esgrimen el mejor eslogan (que es puro marketing y, a veces, del malo).

Qué pereza pensar en encender la tele, allí estarán los candidatos como comadrejas agazapadas para darnos el susto. Y al abrir mi web favorita aparecerán en cada link… y hasta en mis redes sociales se asomarán sin mi permiso. Mítines por aquí, promesas y más promesas por allá… palabras y más palabras, verborrea, palabrería, labia… Uffff. Y todo para conseguir un puñado de votos, como ratones que nos roen el queso, como urracas que nos roban todo lo que brilla.

Si al menos yo aún fuera de los que todavía se indignan cuando sale a la luz algún caso de corrupción, cuando son testigo de promesas incumplidas, cuando comprueban día a día los abusos de autoridad… Pero, no, a mí eso desgraciadamente ya no me extraña. ¿Por eso me dará pereza?