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martes, 6 de marzo de 2018

El alfabeto emocional


Este es un viejo post que curiosamente cumple hoy cinco años y por eso me apetece volverlo a sacar a la palestra. A ver qué te parece:
El Dr. Hitzig, autor del libro ‘Cincuenta y tantos’ ha desarrollado un alfabeto emocional que explica por qué unas personas envejecen mejor que otras.
Las conductas que comienzan por R son las peores, mientras que las que lo hace por S son las que nos alargan la vida. Si te quieres sorprender sigue leyendo.
Las conductas con R: Resentimiento, rabia, reproche, rencor, rechazo, resistencia, represión… son generadoras de coRtisol, una potente hormona del estrés, cuya presencia prolongada en sangre es letal para las células arteriales ya que aumenta el riesgo de adquirir enfermedades cardio-cerebro-vasculares.
Las conductas R generan actitudes D: Depresión, desánimo, desesperación, desolación.
En cambio, las conductas con S: Serenidad, silencio, sabiduría, sabor, sexo, sueño, sonrisa, sociabilidad, sedación… son motorizadoras de Serotonina, una hormona generadora de tranquilidad que mejora la calidad de vida, aleja la enfermedad y retarda la velocidad del envejecimiento celular.
Las conductas S generan actitudes A: Animo, aprecio, amor, amistad, acercamiento.

Fíjate que así nos enteramos de que lo que siempre se llamó ‘hacerse mala sangre’ no es más que un exceso de cortisol y una falta de serotonina en la sangre.

Algunas reflexiones más del Dr. Hitzig:
Presta atención a tus PENSAMIENTOS pues se harán PALABRAS.
Presta atención a tus PALABRAS pues se harán ACTITUDES.
Presta atención a tus ACTITUDES porque se harán CONDUCTAS.
Presta atención a tus CONDUCTAS porque se harán CARACTER.
Presta atención a tu CARACTER porque se hará BIOLOGIA.


Hace muchos años el poeta Rabindranath Tagore decía: "Si tiene remedio, ¿de qué te quejas? Y si no tiene remedio, ¿de qué te quejas?" Podría servirnos para aprender a dejar las quejas y los pensamientos negativos de lado y buscar en cada situación el aspecto positivo ya que hasta la peor de ellas lo tiene.

De esa forma nos inundaría la serotonina con todas sus eses, la sonrisa se nos grabaría en las mejillas y todo ello nos ayudaría a vivir mucho mejor ese montón de años que la ciencia nos ha agregado. Porque, olvidaba escribirlo, el Dr. Hitzig ha comprobado con sus investigaciones que quienes envejecen bien son las personas ACTIVAS, SOCIABLES Y SONRIENTES. No las rezongonas, malhumoradas y avinagradas (que nadie quiere tener cerca).

Todo es cuestión de actitud "Un amigo, viene a tiempo; los demás, cuando tienen tiempo".