lunes, 26 de julio de 2021

Edvard Munch, mucho más que El Grito

La primera vez que vi una exposición de Edvard Munch fue en el Museo Thyssen de Madrid. Me encantó. Después de aquello y con ocasión de algunos de mis viajes a Oslo -ya contaré en otro momento por qué voy tanto a la capital noruega- pude recrearme en el Museo Munch, una grandiosa exposición permanente en un emblemático edificio que preside el fiordo más famoso de esa capital junto con la icónica Opera de Oslo.   

Yo, como la mayoría de vosotros, seguro, me había acercado a Munch por su obra archiconocida El Grito, un sugerente cuadro que fue robado del Museo Oslo y que años después se subastó como la obra más cara hasta entonces por más de 90 millones de euros. Sin embargo, Munch es mucho más que El Grito, es el pintor de las obsesiones del hombre contemporáneo y en cada obra retrata una parte de nosotros mismos.

¡Ah! y no lo os perdáis ¿Sabéis que Munch es el único pintor que tiene un emoji. Sí, el de El Grito. ¿Quién no lo ha usado alguna vez?