Me acuerdo que hace años, quizá muchos, en los 80, llegar a
los dos millones de parados era una barbaridad. Pero se rebasó esa barrera.
Unos años después, y tras disfrutar de una década de tranquilidad, la sombra de
los cuatro millones de desempleados amenazaba con romper el estado del
bienestar. Y henos aquí, que ahora, con el estado del bienestar más que roto,
nos hemos plantado en los seis millones. ¿Y ahora qué? ¿A por los 8 millones?
Algunos dicen que esto tiene truco...